«Cada práctica es un ritual, y el ritual se convierte en el camino. El ritual permite que lo más noble y lo más Sagrado entre a través de los sentidos.
Cada movimiento, cada acción realizada en un ritual, tiene un valor simbólico fundamental.
El ritual se convierte en un espacio íntimo y compartido que captura nuestros sentidos, anclándonos en el momento presente, transportando la mente hacia un arte espiritual divino cargado de mensajes.
El lenguaje de la Tierra, el lenguaje del Espíritu, es la metáfora.
El ritual es la forma de comunicación con esa realidad oculta, misteriosa e intangible que nos habita y en la que habitamos.
Un ritual es un regalo de Poder y de Amor que nos hacemos.
Va más allá de las palabras.
Una oportunidad de ser conscientes para dar y recibir, relacionarnos el templo interior mágico y luminoso, convirtiéndonos en alquimistas del corazón.»